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El pueblo que carga con el nombre de su opresor

El 28 de diciembre de 1899 la provincia de Jujuy fundó el pueblo de Ledesma en tierras donadas por el ingenio. Siete años después el arribo del ferrocarril terminó por constituir el poder de la industria azucarera jujeña, hoy detentada por la familia Blaquier. En 1950 la localidad pasó a llamarse Libertador San Martín, pero el peso de la empresa en su historia no arrancó aún el nombre primero.

La genealogía del estado argentino está íntimamente arraigada a los intereses de grandes latifundistas. En la búsqueda por problematizar las bases que forjaron nuestra nación, el historiador Carlos Aramayo expone: “Fue un proceso de subordinación y relación de conveniencia de toda la oligarquía terrateniente del noroeste respecto de la oligarquía terrateniente de la pampa húmeda; donde en el intento por resolver la ‘pacificación nacional’ les otorgó a la oligarquía azucarera primero y al capital imperialista después, la protección de la producción. Esta relación de poder de las clases dominantes es lo que abrió el camino para que algunos apellidos de Tucumán, Salta y Jujuy llegaran a la presidencia de la Nación, a la vice presidencia, a los ministerios y al Congreso Nacional. Están los Roca, Avellaneda, Uriburu, Cornejo, Sánchez de Bustamante, Bustamante Pérez y otros”.
La eximición de impuestos, la puesta en marcha de infraestructura al servicio de los ingenios y la legislación fueron algunos de los beneplácito que el Estado Nacional otorgó a los azucareros desde fines del siglo XIX. Política e industria serían potestad de los mismos apellidos durante décadas, con un ejército a su servicio que hostigaría a las comunidades indígenas a someterse a la esclavitud en los campos de cosecha. Ya entrado el siglo XX, y no conformes con los efectos de la ampliación democrática, esos mismos nombres llevarían al país a la vuelta de la corrupción política del PAN, a través del golpe de 1930.

La Organización Contraledesma detalla: “Los dueños del azúcar fueron los ideólogos de la década infame en Argentina. El radical Villafañe, vinculado al ingenio Ledesma fue dos veces diputado provincial, diputado nacional, gobernador, y senador en 1932. El General salteño Uriburu encabezó el derrocamiento a Yrigoyen y el ingenio Ledesma puso un ministro en el nuevo gabinete. Herminio Arrieta, dueño de Ledesma y presidente del Partido Popular, fue diputado nacional y senador en 1938. Robustiano Patrón Costa, dueño del ingenio San Martín del Tabacal de Salta, y presidente del Partido Demócrata Nacional trepó a senador en 1932”.

A partir de 1970, con la dirección de la firma en manos de la familia Blaquier, Ledesma pasó a convertirse en un Complejo Agro Industrial, incorporando una fábrica de jugos concentrados, la planta de molienda húmeda de maíz, el negocio de gas y petróleo, la planta de cuadernos y repuestos escolares y comerciales, la producción agropecuaria en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos y la incipiente producción de bioetanol. *
Preso del monopolio azucarero, el pueblo -y todo el Partido de Ledesma- soporta la impunidad histórica de este feudo que continúa su avanzada en otros sectores industriales. No lo dicen organismos de derechos humanos, sino el propio Carlos Blaquier, director del Complejo: “El noroeste argentino y el azúcar son un poco la misma cosa. (...) La actividad azucarera emplea aproximadamente a 200.000 personas, que más su grupo familiar asciende a 800.000, es decir el 40% de la población de Tucumán, Salta y Jujuy, que tienen dos millones de habitantes. Si sumamos la actividad satélite, casi las ¾ partes de la población del NOA vive directa o indirectamente del azúcar”. **

 

* http://www.contraledesma.org.ar/spip.php?article6.
** Conferencia de Carlos Pedro Blaquier, en la Bolsa de Comercio de Bs. As. El 14 de abril de 1981.


Monocultivo(s): una amenaza que avanza
-Apruébase el Régimen de Promoción de la Producción de Bioetanol con el objeto de satisfacer las necesidades de abastecimiento del país y generar excedentes para exportación. A través de este régimen promocional se impulsará la conformación de cadenas de valor mediante la integración de productores de caña de azúcar e ingenios azucareros en los procesos de fabricación de bioetanol26.26
La Ley 26.093 de fomento a la producción de los biocombustibles estableció que a partir del 1° de enero de 2010 los combustibles minerales en el mercado interno argentino debían ser cortados por biodiesel y bioetanol al 5%, ascendiendo a un 7% promediando el año y con la
proyección de que aumente a un 10%27.27
La investigación sobre biocombustibles en Argentina, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales -FARN- determinó que para finales de 2010 fueron necesarios 886.152.700 litros de biodiesel y 330.804.750 litros de bioetanol para dar respuesta a las demandas.
En su libro Argentina Originaria, el periodista Darío Aranda desentraña los efectos nocivos que el modelo extractivo nacional vigente conlleva para las comunidades que habitan las zonas más afectadas, donde las industrias de soja y caña desterritorializan en su avanzada. “Desde el Movimiento Nacional Campesino Indígena se denuncia que las elites del agro promocionan el modelo vigente como muy desarrollado y eficiente, sin embargo la otra cara de esta forma de producir es la represión para desalojar campesinos e indígenas, alta dependencia externa por los insumos y una gran deuda social ya que la producción de alimentos para los argentinos queda relegada y se prioriza la exportación, logrando una escasa distribución de los ingresos”, relata el periodista Darío Aranda.


Básandose en la legislación vigente el informe del equipo de la FARN explica: “La intención de la política oficial del Gobierno Nacional es seguir aumentando el porcentaje de su uso, por lo que se incrementará la frontera agrícola de soja u otro cultivo con potencial energético. De acuerdo al análisis efectuado por el INTA10, para la producción de biodiesel, la superficie actualmente implantada de colza debería aumentar, ya que su ocupación actual sólo cubre el 1,4% de las necesidades previstas para el 2010. En el caso de la soja se necesitaría entre un 6,78% y un 13,8%. (...) Si se considera el corte del 7% la demanda se elevará a 1.240.613.780 litros de biodiesel y 463.126.650 litros de bioetanol. En el año 2007, investigadores de la Estación Experimental Obispo Colombres del INTA Tucumán, calcularon que sería necesario triplicar la superficie sembrada de caña de azúcar para lograr abastecer
la demanda interna de combustibles líquidos. Las hectáreas sembradas son: 32600 y las necesarias alcanzarían las: 965.753”. (Datos recogidos de la investigación “El escenario de los Biocombustibles en la Argentina” de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales. 2010)

BioLedesma
El 15 de octubre de 2010 el ingenio inauguró la planta deshidratadora con la que se sumó a la producción de bioetanol. Con una capacidad potencial para producir 100.000 metros cúbicos, la firma tomó el control del ingenio La Florida de Tucumán, que está elaborando 60.000 metros cúbicos. Ledesma pasó a ser el mayor productor de etanol derivado de la caña de azúcar del país29. 29
“La sanción de la ley para la promoción de la producción de bioetanol y sus normas reglamentarias abre verdaderamente una nueva etapa para la historia de la industria azucarera argentina”, declaró el Administrador del Ingenio Ledesma, Federico Nicholson al diario El Libertador Hoy, luego de la inauguración de la planta Bio Ledesma, de la que participaron el gobernador de Jujuy, Walter Barrionuevo, la ministra de Industria Débora Giorgi, el ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio de Vido y los directores del Ingenio, Ignacio y Santiago Blaquier.
Según Nicholson, la apuesta al desarrollo de los biocombustibles es altamente beneficioso dadas las bondades de la caña de azúcar por representar “el cultivo más económico para producir bioetanol y la mejor alternativa desde el punto de vista ambiental”.
Desde Ledesma, el Centro de Acción Popular Olga Márquez de Arédez -CAPOMA- denuncia el apoyo que el Estado Nacional ofreció a la empresa para convertirse en líder de la elaboración de bioetanol -Del 80% de caña utilizada para la elaboración de azúcar, un 40% se empezará a destinar al combustible. Si los ingenios más pequeños no incrementan su producción el precio del azúcar va a subir abruptamente. No va a pasar mucho tiempo hasta que esta situación cambie. Y ¿quién sabe más allá de nosotros que investigamos a Ledesma que esa inversión fue subsidiada en un 30% impositivo por el Estado Nacional? “Esto es todo inversión propia”, dicen ellos. Le siguen mintiendo a la comunidad, no informan tampoco que reciben un subsidio estatal de $60 mil anuales por posibles pérdidas, y estamos hablando sólo de posibles pérdidas, que nunca las tienen. A excepción de las pequeñas heladas del año pasado, en todos los períodos batieron récord de producción.
Julio, integrante de CAPOMA, manifiesta que estos hechos referencian la impunidad histórica sobre la que se basa Ledesma para acrecentar su poderío, como los crímenes efectuados hace 35 años en complicidad con la última dictadura, que recién ahora comienzan a juzgarse.
Cuando terminaba de escribir este capítulo (en mayo de 2011), Página/12 publicaba un informe sobre el freno impuesto por la empresa para llevar adelante las causas por La Noche del Apagón, donde 55 personas de las 400 secuestradas en el Partido de Libertador San Martín aún continúan desaparecidas. La nota realizada por Adriana Meyer, transcribe las presentaciones efectuadas por la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las causas por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, donde acusa “al juzgado a cargo de estos expedientes por la paralización de los mismos”, explicitando que “Jujuy es la provincia que mayores problemas presenta para el avance de los procesos por graves violaciones a los derechos humanos, por esto y con el objetivo de reactivarlos, el Centro Europeo para los Derechos Constitucionales presentó un escrito para fundamentar que la empresa azucarera y papelera de los Blaquier colaboró con el terrorismo de Estado”.

En el corazón del centro del pueblo se levanta el monumento al zafrero, como una especie de homenaje que los dueños del ingenio mandaron a construir. La estatua de un hombre en posición erguida pela una caña, que sujeta como una lanza. Es una figura estilizada, de rasgos marcadamente distintos a los del pueblo jujeño.
Me quedo mirándola por un instante y recuerdo el comentario que un habitante había hecho el día anterior. “Ese no es un zafrero, ese es Indiana Jones pelando caña”. El hombre había sujetado su panza con una mano, mientras con la otra señalaba su rostro: “Nosotros somos gorditos, chaparritos y morenos”. A pocos metros de aquella figura, un graffitti repudia los crímenes impunes ejecutados por la empresa. La frase pintada en aerosol está grabada sobre un cartel con el logo de la firma y desde ahí alerta y no olvida:

Ledesma Mata.

-ex Ledesma-

El trabajo comunitario y el sistema de trueque pasaron abruptamente a suplantarse por una jornalización laboral ajena a los pueblos. El encierro y la esclavitud generados por los ingenios destruyeron la organización comunal. En 1917 el Inspector del Departamento Nacional del Trabajo, José Niklison, presentó un informe al Ministerio del Interior bajo el nombre “Los indígenas del Norte Argentino”. Las conclusiones del recorrido personal de Niklison fueron abrumadoras: “Los indios van al trabajo como podrían ir a cualquier sacrificio, serenos, reservados, imperturbables. Los Matacos soportan los mayores dolores y fatiga sin exteriorizarlo con lamento o gestos. Van, pues, al trabajo, obligados por la miseria, quedando librados a la soberana voluntad de los administradores y capataces. La permanencia del indio en el ingenio significa la anulación completa de su ‘yo’, la abdicación total de su libertad. Allí hará lo que se le mande sin reclamos ni protestas. Y de no hacerlo, en la desobediencia, estaría el castigo, pues los que no ejecuten los órdenes no tendrán qué comer. Ante las necesidades apremiantes, y muy lejos de su tierra nativa, el indio no tiene más remedio que doblegarse y obedecer”.
El período de trabajo en los campos, extendido entre los seis y nueve meses, obligaba a quien partía a descuidar su tierra y al regreso poco de lo construido permanecía en pie. Pasado un primer período el ingenio se terminó erigiendo como la única opción de supervivencia para los campesinos. Según datos de archivo relevados por el trabajo de Lagos y Conti, en 1914 el Departamento de Trabajo explicitó haber encontrado a 500 criollos y 2318 indios incluidos ‘chinas’ -mujeres- y ‘osacos’ -niños menores de 13 años- en el ingenio Ledesma.

Las empresas levantaron barrios aledaños a la zona de zafra para que los obreros no deban alejarse de su trabajo e implementaron un sistema de pago por medio de vales que sólo podían cambiarse en la proveeduría de cada ingenio.
No más comunidad, no más tierras, no más autoabastecimiento. Trabajo individual y explotación fue lo que el negocio del azúcar impuso a las comunidades como destino. La sangre indígena y la aniquilación de su modo de vida fueron los sacrificios ejecutados por el empresariado para elevar su reinado azucarero.

Ledesma y los crímenes contemporáneos del azúcar
En la madrugada del 24 de marzo de 1976 Olga Arédez se despertó por un timbre insistente y Luis se dirigió a atender con la idea de que podía ser un paciente. Se demoró un momento y llegó muy asustado a decirme que lo venían a buscar. Su hijo Ricardo se acercó a una ventana en el momento en que era cargado a un vehículo de Ledesma y Olga pudo ver las rostros de quienes estaban secuestrando a su marido, la camioneta era conducida por un empleado de la propia empresa.
El 20 de julio de ese año, en complicidad con el plan sistemático de la dictadura para sembrar el terror, el ingenio Ledesma prestó decenas de móviles a un escuadrón integrado por la Policía Provincial y Gendarmería Nacional, y desde la usina del Partido de Libertador San Martín cortó el servicio eléctrico del todo el Departamento. El operativo secuestró a más de 400 personas entre profesionales, estudiantes y obreros, de las cuales 55 continúan desaparecidas.
Arédez permanecería secuestrado durante siete meses en la cárcel de Villa Gorriti y otros cinco en la unidad N°9 de La Plata, hasta ser liberado el 5 de marzo de 1977.
La pareja, oriunda de Tucumán, había decidido radicarse en Ledesma debido a las grandes necesidades con que se encontraron en la población. Hasta el día del golpe Luis Arédez era el intendente; cargo desde el que instaba a la empresa al pago de impuestos que evadía. En simultáneo se desempeñaba como médico de los empleados del ingenio, y advirtiendo las afecciones de los pacientes evidenció que los medicamentos avalados por la empresa no satisfacían sus necesidades. Consciente de esta ineficacia sanitaria empezó a emitir órdenes con otros fármacos, corroborando que las principales enfermedades estaban asociadas a los espacios de trabajo. El deterioro de las vías respiratorias a causa de la labor en las plantas de celulosa de la empresa y la inhalación constante de bagazo, polvo emanante de la quema de la caña, eran evidencias generalizadas.
Las medidas que Luis adoptó desde ambos cargos afectaban severamente a los intereses del feudo, acostumbrado a obrar en la provincia sin ningún tipo de regulación. Pocas figuras se habían animado a generar cambios con implicancias en las farmacéuticas; diez años antes el proyecto presentado por Illia al Parlamento para frenar las mega-ganancias de los laboratorios a costa de los consumidores, sería una de las iniciativas que alentarían el golpe de estado a su gobierno.
A los pocos días de ser liberado Arédez volvió a trabajar en el Hospital de Fraile Pintado, ya que por orden militar su puesto había quedado vacante. Dos meses después volvería a ser secuestrado.
Hasta hoy continúa desaparecido.


Olga comenzó una búsqueda que trascendió a su vida. En los primeros años estrechó lazos con los incipientes organismos de derechos humanos, denunció a lo largo de todo el Partido la dominación empresarial, se acercó a las Abuelas y continuó trabajando arduamente para sembrar inquietudes en las generaciones jóvenes vedadas de su historia por el silenciamiento impuesto.
Falleció 28 años después del primer secuestro de su marido sin hallar rastros de él, pero su lucha se seguiría ramificando. En el año 2005 y en memoria de su militancia, un grupo de cinco jóvenes fundó el Centro de Acción Popular Olga Márquez de Arédez (CAPOMA). Los propulsores fueron criados al calor de su trabajo y dos de ellos recuerdan que fue esa mujer incansable la que les abrió otras perspectivas.

CAPOMA nació para encarnar la lucha y la memoria sobre los crímenes militares del siglo XX, el destierro indígena causado por el modelo agro-minero vigente, la falta de tierras y la persistencia del trabajo insalubre en la fábrica.
Sumido en un contexto opresivo el Centro comprendió la urgencia por construir un medio de comunicación popular. Retomando las ideas de Olga, sus integrantes comenzaron a instruirse para montar una radio. Darle fuerza a la palabra, como otro espacio que ayude a desterrar el temor de los grandes e incentive la inquietud de los jóvenes.

*Varias frases son Declaraciones de Olga Arédez en la Causa Arédez Sagues, Luis Ramón, Legajo N° 3376, en www.contraledesma.org.org.ar.

Archivo CONADEP

 

 

El origen de la riqueza
La monarquía azucarera no podría haberse constituido sin la fuerza de trabajo esclavizada de la que se abasteció. En su investigación, Viviana Conti y Ana y Marcelo Lagos abordan cómo se fue fortaleciendo dicho sistema: “La industria necesitaba mano de obra. En el caso de los indios del Chaco, fue fundamental el papel cumplido por el ejército como factor de coerción para lograr la proletarización del aborigen. Entre 1880 y 1930 la mayor parte de los trabajadores eran indígenas chaqueños, tobas, chiriguanos y el grupo más importante estaba conformado por los matacos (...) Las campañas militares privaron al indio de sus medios tradiciones de existencia, los ríos donde pescaban fueron surcados y vigilados por cristianos y los campos cada vez más reducidos”.

"Lo único que cabe señalar es que cualquiera que gobierne lo hará con los ojos vueltos hacia el Buda que tiene por vientre una bolsa de azúcar, el dueño del ingenio, verdadero director de las maniobras políticas" Octavio Rivas Roney

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